El lifting de cuello y papada es la solución más efectiva para eliminar la flacidez de una de las zonas más resaltantes de la estética facial. La pérdida de firmeza del tercer tercio facial puede solucionarse de manera muy efectiva con una intervención quirúrgica mínimamente invasiva y de rápida recuperación.
¿Por qué se produce la flacidez del cuello y papada?
La flacidez de un tejido se produce por una pérdida de la capacidad elástica muscular y cutánea. Las fibras musculares y la piel tienen una capacidad anatómica de estirar y recoger acompañando al movimiento.
Esta función, llamada elasticidad, se pierde gradualmente con la edad, deficiencias nutricionales, atrofias musculares y algunos cambios corporales. Las pérdidas y ganancias de peso afectan a esta zona de manera más notoria debido a la propia naturaleza de los tejidos.
A diferencia de otros grupos musculares, la musculatura del cuello y la papada no intervienen de manera directa en el movimiento corporal. Por ende, son zonas más difíciles de tonificar con el ejercicio y en donde la piel puede ser más susceptible al estiramiento.
La debilidad de las fibras musculares, combinada con una pérdida de la capacidad elástica de la piel, producen una notoria flacidez. El signo más evidente es lo que llamamos doble mentón o papada.
Como en todas las estructuras faciales, la flacidez del cuello y papada producen un efecto estético negativo. Aunque suele ser más frecuente durante el proceso de envejecimiento natural, no necesariamente está ligado a la edad.
En beOne atendemos continuamente problemas de flacidez en hombres y mujeres de todas las edades, contexturas, tipos de piel o estilos de vida. La pérdida de firmeza en cuello y papada puede aparecer incluso en deportistas, tonificadas o muy delgadas.
¿Cuál es la solución más efectiva para devolver la firmeza del cuello y papada?
En el mercado actual existen muchos tratamientos cosméticos que prometen reafirmar los tejidos del cuello y la papada. Cremas, lociones, masajes u otras soluciones aparentemente efectivas que tienen poco o ningún efecto en la recuperación de la firmeza del tejido.
La flacidez de la zona crea un estiramiento de la piel sin afectaciones funcionales pero que produce efectos negativos en la estética facial. La solución con mejores resultados en la práctica es el lifting de cuello y papada.
El lifting de cuello y papada consiste en una intervención quirúrgica cuyo propósito es la resección del tejido excedentario en la zona. Consecuentemente, esta resección crea una mayor tensión en el tejido con un efecto de levantamiento que mejora la estética de manera positiva.
Es una cirugía mínimamente invasiva, indolora, con pronta recuperación, sin ingresos y con un retorno a las actividades cotidianas muy rápido. Tiene pocas restricciones físicas o de actividad y está indicada para hombres y mujeres de cualquier rango de edad.
Por lo general, la intervención se realiza con una vía de abordaje submandibular con mínimas cicatrices y prácticamente invisibles. Adicionalmente, no altera las facciones, no crea restricciones de movimiento ni cambia la fisiología de la zona.
¿El lifting de cuello y papada es una solución definitiva?
En cirugía plástica es muy difícil hablar de soluciones definitivas si no van acompañadas de ciertos cambios en el estilo de vida del paciente. La flacidez de la piel no es una condición natural que se crea por otra causa diferente a la pérdida de tonicidad tisular.
Es decir, existen ciertos componentes genéticos y asociados con la edad pero, la mayoría de las causas suelen estar asociadas al estilo de vida. Los aumentos y reducciones de volumen corporal, el sedentarismo o algunos hábitos pueden crear flacidez aún después de la cirugía.
La mejor solución es adoptar hábitos saludables como una mejor alimentación e incorporar el ejercicio físico como rutina diaria. El lifting de cuello y papada, así como otras cirugías plásticas pueden perder su efecto estético por cambios corporales negativos.
Las ganancias y pérdidas de peso, la atrofia muscular asociada a la falta de ejercicio físico o hábitos negativos, pueden reproducir la flacidez. Es por ello, que los especialistas recomiendan seguir las indicaciones postoperatorias para prolongar en el tiempo el efecto de la cirugía.
El pre y postoperatorio del lifting de cuello y papada
El lifting de cuello y papada no es una intervención que se inicia o termina en el quirófano. La primera consulta marca el inicio del tratamiento en el que el cirujano evalúa la condición actual del tejido y los objetivos del paciente.
A partir de allí, se traza un plan de acción con las técnicas idóneas para solucionar la flacidez y crear el efecto estético que desea el paciente. Es fundamental realizar una serie de análisis al estado de salud y cuantificar diferentes elementos inherentes al paciente.
El procedimiento es relativamente corto, generalmente sin la necesidad de anestesia general y con una pronta recuperación. Posterior a un período de monitorización prudencial, el paciente puede volver a casa, sin necesidad de ingresar en la clínica.
El postoperatorio consiste en una serie de consultas de seguimiento y control, así como algunas medidas profilácticas y de recuperación física. Este tipo de procedimientos, generalmente, no requieren de una restricción de trabajo, actividad sexual, física o alimentaria. Sin embargo, puede tener algunas indicaciones personalizadas como el uso de elementos de sujeción, farmacología y otras indicaciones médicas.
Como siempre, la mejor recomendación es consultar con cirujanos plásticos y médicos estéticos especializados para cualquier procedimiento corporal o facial. Esta es la única garantía de efectividad, seguridad y protección de nuestra salud.