Los implantes cigomáticos son un tipo de implante dental que se indican para aquellos pacientes con pérdida ósea o insuficiencia del hueso maxilar. A diferencia de los implantes tradicionales estos implantes se anclan en el hueso cigomático, es decir, en el pómulo. Existen una serie de consideraciones, ventajas y desventajas de este tipo de implantes. Veamos.
¿Qué son los implantes cigomáticos?
Los implantes dentales cigomáticos son una alternativa de reemplazo de una pérdida dental ante deficiencias del hueso maxilar. Cuando un paciente padece una pérdida o reabsorción del hueso maxilar por distintas causas, el implante cigomático permite usar una alternativa de anclaje distinta.
Este tipo de implante tiene un diseño y una longitud diferente a la de un implante dental de anclaje maxilar. Siendo más largo y con un diseño especial, el implante permite al especialista anclar su estructura en el hueso cigomático o del pómulo.
Antes de los implantes cigomáticos, las posibilidades de hacer un implante dental con pérdidas o deficiencias óseas del maxilar, eran reducidas. Estos pacientes debían conformarse con prótesis removibles o someterse a procedimientos invasivos de mayor envergadura. El injerto de hueso maxilar es uno de los procedimientos alternativos de sustitución ósea con una mayor complejidad quirúrgica.
El hueso cigomático es un tejido más denso y con mayor resistencia con una mayor área cortical que el hueso maxilar, mayormente esponjoso. El procedimiento tiende a ser un poco más complejo que los implantes maxilares pues requiere de una mayor profundización. Adicionalmente, se realiza por un cirujano maxilofacial especializado.
Usualmente, se hace bajo anestesia general o con una combinación de anestesia local y sedación. Los especialistas en cirugía maxilofacial de beOne realizan una serie de análisis radiológicos y de imágenes de la zona. Con ello, estudian las condiciones físicas del hueso y de toda la zona a intervenir.
¿Para quién se indica un implante cigomático?
La pérdida de densidad del hueso maxilar es muy frecuente en algunos tipos de pacientes. Esta pérdida de densidad puede unirse a la reabsorción del tejido por distintas causas e impide la colocación de implantes dentales maxilares.
Con la edad, se produce una descalcificación del tejido óseo maxilar con una pérdida de volumen y densidad que hacen inviable el implante. La pérdida de estabilidad del hueso maxilar es uno de los factores que aumenta el riesgo de fracaso de este tipo de procedimientos.
Por otro lado, el avance de enfermedades bucodentales no tratadas a tiempo puede afectar las estructuras esponjosas y corticales del maxilar. La infección bacteriana de caries profundas, gingivitis y periodontitis, puede comprometer la fortaleza del hueso.
Adicionalmente, existe un determinado número de pacientes que han sufrido traumatismos que han creado pérdidas óseas del maxilar. Consecuentemente, no existe un área suficiente para pensar en el implante maxilar como alternativa terapéutica.
Estos son solo algunos de los casos más frecuentes por los que un especialista puede decidirse por un implante cigomático. El uso del hueso del pómulo como alternativa de anclaje permite sustituir la pieza dental perdida con gran eficacia.
¿Cuáles son las ventajas de los implantes cigomáticos?
Para los pacientes con deficiencias y pérdidas óseas del hueso maxilar, los implantes cigomáticos son una alternativa eficaz. La sustitución funcional y estética de piezas dentales perdidas es posible con un procedimiento sencillo, indoloro y de rápida recuperación.
Estos implantes son un sustituto eficaz ante alternativas quirúrgicas más agresivas como el injerto de hueso. El injerto es un procedimiento más invasivo y que requiere de una recuperación más prolongada. Por supuesto, un mayor período de recuperación retrasa la implantación dental pues debe hacerse luego que el injerto óseo se haya integrado.
Del mismo modo, el hueso cigomático es una estructura de mayor densidad, fortaleza y estabilidad que el hueso maxilar. La anatomía de este hueso tiene una mayor proporción cortical, es decir, de estructura rígida. Por ende, es un hueso con una mayor capacidad de soporte del implante dental.
La osteointegración de los implantes cigomáticos suele ser rápida y con una muy alta tasa de éxito. Es un procedimiento de baja complejidad quirúrgica, con abordaje intraoral y 100% indoloro. Tiene una duración sólo un poco mayor a un implante convencional y el paciente no necesita ingresar en la clínica.
¿Cuáles son las desventajas y contraindicaciones?
Como en cualquier procedimiento quirúrgico, antes de realizar un implante cigomático se requieren de una serie de estudios previos. Estos estudios no sólo analizan la viabilidad de la estructura ósea sino que analizan el estado de salud general del paciente. Las analíticas y estudios radiológicos le permiten al equipo quirúrgico analizar la pertinencia y condiciones particulares del procedimiento de forma personalizada.
Pacientes con diferentes patologías, enfermedades respiratorias, trastornos de coagulación y otras enfermedades crónicas deben ser estudiados con mayor detalle. En estos casos, el equipo multidisciplinar de médicos, odontólogos y cirujanos maxilofaciales crean el plan quirúrgico individual. En algunos pacientes, la cirugía está contraindicada por distintas razones muy personalizadas y particulares.
El implante cigomático tiene pocas desventajas, pues es un procedimiento con una tasa de éxito muy alta y una recuperación positiva. Aún así, algunas de sus desventajas más destacables pueden ser:
- Mayor complejidad quirúrgica: En comparación a un implante maxilar convencional, los implantes cigomáticos suelen ser de mayor duración y complejidad. Es una intervención que puede ser más larga e invasiva con un aumento del riesgo operatorio asociado a cualquier procedimiento quirúrgico y/o anestésico.
- Requiere mayor especialización: Siendo un procedimiento muy especializado, se requiere de un cirujano con mayor experiencia y técnica quirúrgica como los cirujanos maxilofaciales de beOne. Este tipo de implantes no suelen hacerse en todas las clínicas dada su complejidad técnica.
- Recuperación más larga: Aunque la recuperación es relativamente corta con mínimas restricciones, en comparación a un implante maxilar tradicional, la recuperación es un poco más prolongada.
Aunque existen diferentes desventajas y contraindicaciones, los implantes cigomáticos son uno de los procedimientos con mejores resultados en la cirugía maxilofacial. Además, los resultados son a largo plazo con una mejora progresiva en la calidad de vida de los pacientes.